Cortinas romanas y enrollables hechas a mano: 3 tutoriales
Me gustan mucho las drapeadas, cortinas, visillos y tule, ya que mi profesión me lo exige. Sin embargo, la vida dicta sus propias reglas y empecé a preocuparme por la decoración de mis ventanas hace menos de un año; antes me contentaba con un par de “cortinas universales” que mudaban conmigo de un departamento a otro durante años.
Pero tampoco se puede abordar el textil para ventanas de manera adecuada y completa: la reparación no ha terminado y, posiblemente, nunca terminará, así que de alguna manera tendré que decorar la ventana directamente sobre el cartón-yeso…
Dado que aún no puedo instalar rieles completos, y además tengo una caldera de gas en la pared, decidí optar por cortinas enrollables o romanas. La instalación de las cortinas enrollables es ligera, no se necesitan hacer muchos agujeros, las cortinas romanas se cosen de forma sencilla, y a veces ni siquiera es necesario coser.
He encontrado para mí 3 tutoriales de cortinas enrollables hechas a mano. Para que las traducciones no se desperdicien, me gustaría compartirlas.
Cortinas romanas hechas a mano de lino
Una gran ventaja de usar lino para coser una cortina enrollable es la textura “almidonada” que deja pasar la luz del día.
Necesitaremos:
- un corte de tela
- cuerda lisa
- varillas de madera (cualquier varilla está bien, pueden ser tubos plásticos huecos, o varillas de aluminio, hay una abundancia de esto en las tiendas de construcción)
- viga de madera
- cinta métrica
- tijeras
- máquina de coser
- aguja para alfombra para enhebrar la cuerda
- martillo, pinzas, grapadora
- dos tornillos con ojales.
- La viga debe ser del ancho de la ventana. Sin embargo, al final, puedes colgar las cortinas enrollables de varias maneras, que describiré al final. En este caso, tenemos un marco de madera para la ventana, así que es conveniente y lógico elegir una viga de fijación del tamaño del hueco de la ventana. Toma las medidas de ancho, dobla, y haz una prueba de costura (si es necesario). Es recomendable dejar un margen de un centímetro de la viga.
- Haz las marcas de los pliegues. Para cada varilla necesitas un “bolsillo”, que se convertirá en el pliegue más tarde. No olvides dejar el margen en la parte superior de la viga; por ahora solo estamos marcando, no cortamos nada. La parte superior de la tela es tradicionalmente más larga que el resto de los pliegues, pero esto es una cuestión de gusto y de la funcionalidad de la cortina.
- Si todo está bien medido, podemos proceder al corte y a la costura. Asegurémonos de hacer una costura para el “bolsillo” de las varillas.
- Enclavamos la tela en la viga de fijación, atornillamos los tornillos con los ojales estrictamente en los lugares donde pasará la cuerda por la cortina. El autor de este tutorial pasa la cuerda directamente a través de la tela, pero prefiero usar un lazo de costura para esto, o un pequeño anillo de costura: así la cuerda se moverá fácilmente por la cortina, reduciendo la carga en la estructura.
La cuerda debe salir por la parte superior. Se puede asegurar con un gancho en la pared.
Cortinas enrollables con forro
Para estas cortinas se utilizó una tela de tapicería que mantiene su forma. Me gustó mucho la opción de fijar toda la estructura a la pared con esquinas. En mi opinión, no es necesario clavar la tela a la viga. Se puede pegar un velcro a la madera e coserlo a la tela, ya que tarde o temprano tendrás que lavar las cortinas.
Necesitaremos:
- Tela
- Forro
- Varillas
- Pesas para la parte inferior de la cortina (una tira de cartón resistente, por ejemplo, o cartón muy grueso, o un corte de madera. Pero también puedes usar una varilla.)
- Viga
- Cuerda
- Tornillos con ojales
- Anillos de costura (o ganchos)
- Esquinas de montaje
- Herramientas, cinta métrica, plancha…
- Toma las medidas, decide la longitud de la tela y deja un margen de 10 cm de ancho y 20 cm de largo.
- Dobla el margen de 5 cm en los lados y el borde inferior.
- Esconde las esquinas, como en la foto.
- Haz lo mismo con el forro.
- Cose ambas piezas de tela por los lados y el borde inferior.
- Decide cuántas varillas necesitas. Divide la tela en intervalos iguales y márcalos con un lápiz.
- Para cada varilla, cose un “bolsillito”. En este tutorial, el autor dobla la tela sin tratar, pero nada impide usar una cinta de ancho adecuado o un material no tejido resistente.
- Cose los bolsillos a lo largo del borde inferior de la cortina.
- Inserta una varilla en cada bolsillo y una pesa en el bolsillo de extremo.
- A cada bolsillo se le cosen tres anillos, como en la foto.
- Divide la cuerda en tres partes, suelda si es necesario y ata cada cuerda a los anillos más bajos. Pasa las cuerdas por los otros anillos encima de los inferiores.
- Atornilla los tornillos con ojales en la viga a la misma distancia que los anillos cosidos a la tela.
- Atornilla las esquinas a la pared o a la parte interna del alféizar de la ventana, atornilla la viga a ellas (o primero la viga a las esquinas y luego a la pared).
- Prueba la cortina. En esta etapa, aún puedes acortar la tela. Fija la cortina a la viga. En este caso, puedes usar una grapadora o coser velcros.
- Pasa los cordones a través de los tornillos de modo que las tres salgan en un solo tornillo (derecha e izquierda, dependiendo de qué lado estará el gancho para los cordones).
“Casi” cortinas romanas en una hora
Opción exprés para una cortina enrollable hecha a mano. Me gusta el sistema de elevación extremadamente simple: los lazos de costura. Estas cortinas pueden ser un ejemplo básico, la base sobre la cual puedes coser la cortina ideal para ti. Necesitaremos:
- 2 varillas
- 2 o 3 tornillos con ojales, tornillos-ganchos (dependiendo del ancho de la ventana)
- Tela.
Todos estos proyectos son bastante sencillos y económicos. Lo principal es “mide siete veces, corta una vez”.
Algunas opciones de fijación para cortinas enrollables hechas a mano: