Mesa hecha a mano con escombros de construcción
Después de 3 meses de remodelación, los escombros de construcción me han frustrado… Constantemente sentía un deseo irrefrenable de esconder algún trozo defectuoso de laminado, una hoja de cartón yeso desmoronándose, todos los palos y tablas con clavos oxidados retorcidos… ¡Y si acaso pueden servir
Al final, todo lo que cabía debajo de los muebles de cocina y detrás de la bañera se quedó. Esto incluía la estructura de una bañera de acrílico, que con la ayuda de una sierra de calar y un destornillador se convirtió en un ‘caballetes’ de construcción. Como pronto se espera la siguiente etapa de la renovación del apartamento, no nos deshicimos del caballetes, solo que resultó que no había lugar para guardarlo.
El problema del almacenamiento del caballetes se resolvió en favor de una mesita temporal un poco absurda, ligeramente tambaleante, pero bastante encantadora.
Decidí publicar mi experiencia en la decoración de la mesa con un solo objetivo: ¿y si este intento no del todo exitoso te inspira a tener una idea más interesante de remodelación o decoración de alguna “cosa extraña”?
Mesa hecha a mano
Todo es simple:
- Aseguramos la estructura, si es necesario (haga clic en las imágenes).
- Limpiamos del polvo de construcción, masilla, se puede lijar si se desea.
- Los lugares de unión de las tablas se pueden pintar o pegarles motivos tejidos a crochet; yo quería acabar lo más rápido posible, por eso pintura.
- Utilizamos hilos que son los más inútiles, que en otras circunstancias quizás habríamos tirado. Para este proyecto, sirve bien la lana de camisetas, retazos.
- Dejar secar la pintura y comenzar el trabajo monótono, pero relajante: envolver las tablas con hilo.
- El tablero se tejió a crochet, en forma de rectángulo con columnas con lazada. Se podría encontrar una solución más rápida, práctica y menos laboriosa, pero para mí el proceso de relajación al tejer era importante, y en ese momento no se me ocurrió nada mejor que tejer un enorme mantel de mesa que no se pueda quitar.
- Fijamos el mantel tejido a las tablas con una grapadora de muebles. Ahora la mesita se puede limpiar con un aspirador…
- Usamos para su propósito.
Así fue como resultó, que ningún color combina, está todo torcido y en algunos lugares no lo terminé, pero aun así, lo amé. A veces surge la necesidad de simplemente crear, trabajar con las manos sin planear ni esperar resultados. Este es precisamente ese caso: en el caballetes se “envolvieron” todas las inquietudes y preocupaciones que me han acompañado en los últimos 10 meses, todos los errores y fracasos.